El enfrentamiento entre el soldado tinerfeño Agustín Fariña y algunos mandos militares continúa en diferentes instancias. Una de las últimas noticias es que el citado soldado ha sido propuesto para sanción por haber grabado la conversación con un superior en el acuartelamiento de Hoya Fría.
Entonces, Fariña percibía que sufría un supuesto acoso profesional, después de sufrir una lesión en una pierna durante unos ejercicios prácticos y de estar de baja.
La grabación, que no fue realizada con un teléfono móvil, sino con otro dispositivo, recoge una conversación entre el citado soldado y el mando con el que tenía serias diferencias. El instructor del caso fue recurrido por la asesoría jurídica de AUME (Asociación Unificada de Militares Españoles), ya que dicha parte consideraba que no era totalmente imparcial en el asunto. Esa solicitud fue denegada.
Ahora, el instructor del expediente considera que Agustín Fariña debe ser sancionado con 500 euros en efectivo por efectuar dicha grabación. Según explica el entorno de Fariña, aunque varias sentencias del Tribunal Supremo dan validez a la grabación de conversaciones, el citado militar instructor estima que en el Ejército esa conducta es sancionable, pues supone una falta de respeto a un superior. Respecto a la denuncia presentada recientemente por la letrada de Agustín Fariña en la que se denunciaba al Ministerio de Defensa y al exministro Pedro Morenés, así como a dos generales, entre otros, todos por acoso laboral y abuso de poder, un juzgado ordinario ya ha abierto diligencias previas. La titular de ese órgano judicial citó ya a Agustín Fariña para tomarle declaración y, si lo estima oportuno, abrir una investigación.
El motivo de esta última denuncia de Agustín Fariña fue que, mientras estaba internado en una clínica psiquiátrica de Gran Canaria, entre septiembre y diciembre del pasado año, con problemas de depresión, desde la Secretaría de Defensa se le notificó un escrito para que se incorporara a su trabajo, con un puesto que no le generara estrés y, finalmente, se le asignó una plaza en Calatayud.
Un informe del director del mencionado centro de atención psiquiátrica determina que Fariña no está en condiciones de trabajar, debido a los problemas de salud mental que ha tenido.