Nuevo caso de agresión sexual en Argentina por parte de un cura.
Una grabación que ha sido admitida como prueba y fundamento principal de la acusación para demostrar el hecho.
En esta ocasión se vuelve a discutir conceptos como son:
- Mal interpretación del contenido por sacarlo de contexto de la conversación.
- Dudas en la fecha y hora de la grabación.
- Ausencia de testigos, solamente los propios agredidos sexuales.
Esto ocurre en Argentina y en el resto del mundo…
“Uno está rodeado de varones y necesita cariño”, confesó un cura denunciado por abuso
El religioso está acusado de abuso sexual por un joven. La justicia avaló la autenticidad del audio que fue difundido por las redes sociales
Un sacerdote mendocino admitió de haber abusado de al menos dos menores durante una conversación que fue grabada subrepticiamente y que en estos días comenzó a circular en las redes sociales.
Para la Justicia, el que habla en el registro es Fernando Yáñez, un cura de San Rafael, Mendoza, procesado el 31 de agosto pasado por dos casos de abuso de alumnos del hogar San Luis Gonzaga de Monte Comán.
“Uno está rodeado de varones y necesita cariño”, se le escucha decir al sacerdote en un audio que, según la reconstrucción, habría sido grabado a escondidas por dos operadores del instituto que Yáñez dirigía.
Según consigna el diario UNO de Mendoza, esos operadores son jóvenes que en su momento fueron derivados por el Estado al hogar y que después continuaron trabajando en el lugar de Monte Comán. Son ellos quienes interactúan con el cura en la grabación.
“Tuve que hablarle padre porque le tocaba el traste cuando él estaba durmiendo, yo lo vi, usted lo estaba manoseando”. “Usted dice que hay que controlarse pero usted no se controla”, dice una de las voces.
En ese momento, la voz que se le adjudica a Yáñez se justifica: “Uno está saturado y revienta por algún lado”.
En ese momento, el chico que habla con él le responde que está abusando de menores que debería cuidar y que a uno llegó a tocarlo, a lo que el religioso responde: “Tiene 18 años, no es un chico”.
“He pedido que me los saquen, que los alejen de mí, porque padezco tanta presión y amarguras, que ya no soporto más”, continúa.
“Uno está rodeado de varones; antes del seminario me encamé mil veces. Pero ahora aquí uno los quiere y se desborda ese sentimiento. Puede ser que me haya dado vuelta, he llegado a una situación que no doy más, la tentación es más grande. Necesito cariño, yo no puedo más, necesito cariño de alguien y lo busco en un hombre”.
La jueza Paula Arana, del primer Juzgado de Instrucción de San Rafael, Mendoza, procesó a Yáñez en agosto, lo inhibió y ordenó un embargo de 20.000 pesos en una causa donde la Dinaf lo acusó de abusos sexuales contra dos jóvenes.
Desmentida
El sacerdote acusado aclaró que toda la cuestión comenzó con un adolescente que estaba en su hogar que hizo dos denuncias. “En una dice que yo le toqué la cola y en otra que abusé de otro chico. Este último declaró dos veces y dijo que nunca lo abusé y que fue todo un invento del denunciante para sacarme plata para las fiestas (de fin de año)”.
También argumentó que hubo inconsistencias en las fechas y horarios de los supuestos hechos denunciados y que “hay más de 12 declaraciones de distintas personas, como operadores del hogar, psicólogos y de los mismos chicos, donde todos niegan los hechos”.
Dijo que en una segunda declaración del joven “que negó que yo lo haya abusado dice que el denunciante le comentó que abogados de la Dinaf fueron a buscarlo al hogar del Cose para que me denunciara” y “además que le hicieron tres aportes de 15 mil pesos para que me denunciara. Esto nunca se investigó y está en el expediente”, acotó Yáñez.
Sobre una grabación incorporada en la investigación judicial con declaraciones suyas que supuestamente lo comprometen, dijo que era una conversación que se malinterpretó y que fue sacada de contexto.
Yáñez denunció también que en 2014, después que el hogar pasó a la órbita de la Dinaf, un funcionario le dijo en tres oportunidades que si se volvía a hacer cargo del hogar retiraban la denuncia. “Además me quisieron imponer que tenía que militar en el kirchnerismo”, por lo que el sacerdote consideró que las denuncias en su contra obedecen a “una cuestión política”.
A pesar de que se le prohibió oficiar desde el obispado de San Rafael, Yáñez no ha sido detenido, aunque la causa estaría lista para ser elevada a juicio oral.
En esa oportunidad el cura dijo que la denuncia fue armada, aunque el audio es contundente y fue aceptado por la Justicia como prueba.
Muy complicado. El sacerdote Fernando Yáñez es investigado por la justicia. El negó las acusaciones.
Legisladores piden informes al Arzobispado
Legisladores mendocinos se reunieron ayer con el arzobispo Carlos Franzini y le reclamaron que esclarezca las funciones de los religiosos que actúan en la provincia, en el marco de las denuncias por abusos sexuales perpetrados contra niños hipoacúsicos en el Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo.
Senadores de la comisión de Educación y diputados de la comisión Desarrollo Social acudieron ayer a la curia mendocina, donde exigieron a monseñor Franzini que detalle el número de religiosas y religiosos que trabajan con niños con discapacidad y en situación de vulnerabilidad. Asimismo, le pidieron informes sobre pericias psiquiátricas realizadas a los clérigos que trabajan en esta función social y que detalle qué tipo de asistencia se presta a las víctimas y familiares del instituto Próvolo.La diputada Beatriz Varela (UCR), presidenta de la comisión de Desarrollo Social, manifestó que el arzobispado se comprometió a “tener una declaración jurada acompañada con un estudio psiquiátrico y psicológico para todos los sacerdotes que vienen a la provincia”.
“También le hemos solicitado que nos digan cuántos religiosos hay en Mendoza que tengan contacto con sectores vulnerables en todos los departamentos de la provincia”, agregó.
Fuente de la noticia: lacapital.com.ar